７月２９日

El post de hoy es insulso que te cagas, pero ya lo hago porque es la costumbre y esas cosas.

Por la mañana me dediqué a dormir mucho más de lo que solía hacerlo, porque que coño, había quedado después de comer.

Aquí la gente se cree que está como por su casa pero deberían adoptar unas maneras y leerse las normas un poquito y tal. Uno llegó anoche tan pedo que ni siquiera recuerda lo que pasó y tiene enfadado al staff, con eso lo digo todo.

También, otro le dio por dormirse en el lobby, cuando eso está prohibido. A mi técnicamente me la pela, pero si se pone encima a roncar, es sentenciarse a muerte. Como muy buena persona que soy en mi segundo día de monstruación, cogí un periódico, lo enrollé y le pegué. Se quedó tan loco al despertar de golpe que me dio tiempo a esconder el periódico y hacer como la que no ha sido. Me encanto.

Por cierto, no compreis soba, si quereis haceros fideos o algo comprad ramen o polladas, pero no soba, que cosa más insulta.

Le puse mostaza y pimienta, la cual le dio por atacarme y todo, y nada, sosísima. Hasta que no le puse mi salsa traída de España, eso era comer papel.

Y bueno, ya después de comer, arreglarme y gritarle a un par o dos más, me largué para Ueno patiquilmente como tiene que ser.

Yo me quedo embobada por lo mas mínimo.

En Ueno había quedado con Ebiko, una amiga que conocí la primera vez que vine a Japón en el Comiket, más amor. Y pequeñita que te cagas, es de las que me llegan por la cintura y me saca cerca de 10 años.

Nos fuimos a tomarnos unos batidos, eso concretamente son Floats, que básicamente es bebida+helado encima, una cosa muy rara. Conmigo se equivocaron primero y me trajeron uno de café cuando yo lo pedí de cocacola, pero ya me hicieron el cambio.

Y acabé haciéndolo todo un rebujo, aunque no lo creais, está bueno, sabe como los helados Dracula.

Estuvimos hablando de nuestras cosas y tal, vamos, lo típico de colegueo hasta que le tocó volverse, ya que ella es de Ibaraki y estaba por Tokyo por un evento de Hetalia cerca.

Compré esos bollitos, por dentro están rellenos de crema y son un puto vicio.

Total, me volví sin mucho más que hacer, la temperatura que hace aquí hasta que cae el sol más tener la regla no ayudan a que quiera estar en la calle.

Y para final, porque paso de postear más tarde que con mi internet de mierda verás lo imposible que será, como ayer hablé del tema de la jumbo-compresa japonesa, hoy he decidido tomar una foto para que podais ver a que me refiero con jumbo.

La siguiente foto puede herir la sensibilidad de algunos, sobre todo tios que ya de por si les tienen aversión a estos papeluchos, a este, le tendrán pavor. Por cierto, está sin usar, no soy tan cerda de sacarle foto a la que he llevado puesta.

Se puede usar perfectamente también para hacerse los antebrazos de un cosplay con armadura, como podeis observar. Muy práctica ella y todo eh.