De nuevo, otro sitio al que no fui el primer año porque a las imbeciles con la que iba se le caía el coño y no sabía ni encontrar la puerta, literalmente.
He de decir que el parque es un viaje de grande y, a diferencia del de Ueno o Shinjuku, este no me lo he visto entero. La calor tampoco ayudaba a que quisiera continuar. Si vuelvo a ir a este parque iré directamente a buscar la flor que me gusta y me haría ilu ver: higanbanas.
Putos cuervos la madre que los parió a todos.
Aquí estaban más everywhere que nunca, y básicamente se te posaban al lado. Cuervacos de medio-metro, repito.
La entrada a la zona de las rosas.
El mapa guía de las rosas y donde estaban plantadas algunas.
Una paja mental, yo me guiaba por el color.
Aquí me dediqué a hacerle acoso a las mariposas.
Hola señor abejorro gigante.
Puente para cruzar al otro lado del parque.
Dios bendiga esa nube tan maravillosa que me tapó el sol un ratito.
El polideportivo de la zona.
Y ya me dio la insolación, lol
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